Innovación educativa sin pantallas, los supermercados del futuro y un libro jamás leído (#4)
Hoy, a través de la ventana digital: Suecia y libros de texto, IA y educación, efectividad personal, supermercados futuristas, palabras y comunicación, bibliotecas ocultas y ajedrez en Fallas.
👋🏼 ¡Hola, soy Enrique!
Bienvenidos a esta cuarta entrega de La ventana digital. Aquí tenéis un buen resumen de noticias, reflexiones y lecturas de las últimas semanas.
👋🏼 El rincón de escribir
🎓 Azúcar educativo, una innovación sin pantallas y la universidad de la nada
✅ Una mente extendida, el lujo de desconectar y los audio-podcasts de WhatsApp
👨🏻💻 Un supermercado futurista, el fracaso del autocobro y un modelo grab&go
🔡 Yksinkertainen, palabras sencillas y una comunicación efectiva
📚 Libros que nunca se abrieron, una biblioteca oculta y un navegador de 1588
♟️ Una promesa del ajedrez, un proyecto holográfico y un ninot en jaque
🍿 El buen comer, sonidos de Disney y una loba negra
🇯🇵 Comida callejera en Japón
👋🏼 El rincón de escribir
Este boletín se ha resistido, pero ya estamos de vuelta. Al final, uno siempre encuentra busca un rincón del día para reunir algunas anotaciones y poner en orden algunas ideas, lecturas y reflexiones. Termina marzo y sale un boletín más o menos decente; espero.
Escribir es terapéutico. Igual que uno tiene su rincón de pensar, tiene también uno para escribir. Sin más preámbulos, empezamos porque hay muchos temas de los que hablar.
🎓 Azúcar educativo, una innovación sin pantallas y la universidad de la nada
Las pantallas son potenciales armas de distracción masiva. En algunos casos, también de destrucción, psicológica al menos. Punto. Y el problema es serio. Niños y adolescentes (y adultos) ya muestran suficientes señales dependencia de sus propios dispositivos como para darles más «azúcar» constantemente en las aulas.
Mantengo mi postura respecto a este tema: el ordenador (o cualquier otro dispositivo digital) debe ser solo una herramienta que hay que aprender a utilizar con buen criterio y solo cuando es necesario, incluso en asignaturas relacionadas con la tecnología. El cómo y el cuándo también importan. Sin embargo, sigue habiendo un empeño en introducir las pantallas a cualquier precio, no solo económico, sino también a costa del rendimiento académico, y solo con el pretexto de la innovación educativa.
Suecia y el «descubrimiento» de los libros de texto
Resulta que en Suecia hicieron el experimento de volver a los libros de texto y (¡oh sorpresa!) parece que hay varios indicadores que han mejorado, especialmente aquellos relacionados con los niveles de atención, concentración y comprensión. Si viéramos este vídeo hace no tantos años, nos parecería absolutamente surrealista; pero está sucediendo.
Otro debate es el de la calidad de los libros de texto, su vinculación con las leyes y proyectos educativos o los intereses de las editoriales. Todos sabemos que en este punto queda todavía mucho margen de mejora. Pero quien dice libros de texto, dice apuntes en papel; no apoyo aquí ni uno ni otro formato, cada profesor sabrá lo que necesita. Simplemente hablo de la urgente necesidad de establecer límites en el uso de pantallas en la educación (entiéndase como el uso de dispositivos y su software asociado). Creo firmemente que una innovación educativa sin pantallas es posible.
Una opinión impopular en tiempos de IA
Para ampliar el horizonte del problema, ahora resulta que tenemos la «oportunidad» de introducir la inteligencia artificial en cualquier rincón educativo. Sin estudios previos sobre su utilidad o su efectividad, sin criterios didácticos, solo por seguir una absurda tendencia. De repente, aparecen miles de «expertos» en IA ofreciendo cursos. ¿Dónde estaban antes? Y ojo, que el que no suba al tren de la IA será señalado como uno de esos profesaurios que no innovan. Profe bueno, profe malo. Se repite la historia.
No cabe duda de que la incorporación de herramientas de IA puede facilitar el trabajo docente. No seré yo quien esté en contra, que imparto precisamente asignaturas de IA, programación y robótica. Soy consciente de que los sistemas de IA generativa como ChatGPT pueden ser de gran ayuda para tareas muy concretas, pero no hace falta explicar cuáles deberían ser los límites morales y profesionales.
De vez en cuando, convendría recordar que sentarse frente a un folio en blanco a pensar, diseñar y planificar una actividad para un grupo de alumnos también sigue siendo una opción perfectamente válida. Es un ejercicio que recomiendo; surgen ideas ingeniosas y creativas. Paradójicamente, hay quien sigue exigiendo a sus alumnos una creatividad que como docente ha dejado de poner en práctica.
Impera ahora un peligroso discurso en muchos foros educativos. Insisten algunos en que no hace falta que los alumnos hagan o aprendan tal o cual cosa, y lo hacen argumentando que en un futuro una IA podrá hacerla por ellos. Menudos visionarios.
Por lo visto, ahora basta con aprender a elaborar buenos prompts (ingeniería de instrucciones lo llaman) para que las inteligencias artificiales hagan el trabajo por nosotros. Hay que aprender otras habilidades, dicen. Son los mismos que decían que no hay que memorizar porque «todo está en Internet», que la repetición es pecado y que algunos conceptos o metodologías no deberían tener cabida porque carecen de una aplicación práctica y real.
La virtud está en el término medio y digo yo que un enfoque no está reñido con el otro. Apostar también por la memorización, la repetición y la reflexión pausada es un ejercicio de responsabilidad y respeto hacia nuestros alumnos, una visión a largo plazo. Pero eso ahora ya no vale nada.
Hemos olvidado que hoy contamos con profesionales de más de 40 años dedicados a la ingeniería, a la economía, a las ciencias de la salud, a las artes, etc. Todos ellos nacieron sin Internet, algunos nunca utilizaron un ordenador hasta bien entrada la adolescencia. Nada de móviles; muy pocas pantallas, salvo algunos juegos. Ninguno de ellos es «nativo digital» y todos lograron aprender a utilizar las tecnologías digitales necesarias en sus respectivos estudios y empleos. Porque los nativos digitales no existen (os recomiendo el libro).
La universidad de la nada
Y para no ponernos intensos, terminemos la sección con un poco de humor para reírnos un poco de todo este asunto. ¿Se impondrá finalmente la Universidad de la Nada? ¿Estáis preparados para un futuro en el que no hará falta saber absolutamente nada?
✅ Una mente extendida, el lujo de desconectar y los audio-podcasts de WhatsApp
Merece la pena dedicar unos minutos a escuchar esta charla con José Miguel Bolivar y Jordi Fortuny sobre efectividad personal. Ambos son creadores del método OPTIMA3® y visitaron el canal de Value School para explicar los principios del método que presentan en su último libro: Recupera tu vida con una mente extendida. He tenido oportunidad de leerlo (más bien estudiarlo) para conocer los detalles del sistema.
En este libro, los autores combinan todo su conocimiento y saber hacer con su experiencia como formadores certificados en GTD® de David Allen para diseñar una nueva metodología: un enfoque sencillo y flexible que elimina las complicaciones y se adapta a las necesidades y retos de los profesionales de hoy.
Los dichosos audios (o casi podcasts)
Me pareció interesante esta reflexión sobre los audios de WhatsApp, válida para cualquier sistema de mensajería instantánea que incorpora esta función. Comenta Pedro Torrijos que los audios dificultan la comunicación porque «benefician al emisor pero ralentizan al receptor». Asegura que un texto es más adecuado porque obliga a pensar bien lo que quieres expresar. Comparto su opinión (aunque impopular según él), en especial cuando alude a esas muletillas: “en plan”, “eh..”, “o sea, no”, etc.
No hablemos ya de la duración de algunos audios, que entran directamente en la categoría de podcast. Yo simplemente no escucho ningún audio que dure más de 1 minuto. ¿Qué tal una llamada o esperar a un encuentro presencial?
El nuevo lujo es desconectar
Al final, lo mejor es (aprender a) desconectar, pero estar offline empieza a ser el nuevo lujo y así lo ilustra Ash Lamb.
👨🏻💻 Un supermercado futurista, el fracaso del autocobro y un modelo grab&go
Me pregunto cuál sera el futuro de los supermercados. Con todos los avances en tecnología que estamos presenciando, especialmente en inteligencia artificial, es inevitable pensar que determinados procesos en este ámbito serán automatizados, como puede ser el del cobro en caja.
No hace mucho, Enrique Dans hablaba del fracaso de las cajas de autoservicio, ese intento de cobro semiautomático. Lo que parecía una idea brillante y con unas expectativas espectaculares parece que finalmente no ha cuajado: en muchos establecimientos siguen formándose colas de personas esperando a que las máquinas estén libres, no hay mayor satisfacción entre los clientes y sigue siendo necesaria la supervisión. Lo pude confirmar la última vez que fui a una conocida tienda de ropa y material deportivo.
Creo que muchos de los que se empeñan en innovar no están estudiando muy bien algunos factores sociales. Como ejemplo, este concepto de tienda digital que no me ha dejado indiferente.
No llego a entender del todo este nuevo concepto de supermercado cien por cien digital en el que no hay productos físicos, sino simplemente pantallas en las que podemos ver los productos y seleccionarlos. ¿Para qué querría uno ir entonces a este supermercado? ¿Cuál es el valor añadido? ¿Por qué la experiencia es mejor, si es que lo es? De nuevo, me encuentro con un vídeo que, a primera vista, parecía una parodia.
Otra historia son los supermercados del tipo Amazon Go en los que uno entra, se autentica con su móvil, compra y sale sin pasar por ninguna caja, porque no hay. Es lo que llaman grab&go. Un conjunto de sensores se encargan de detectar qué productos cogemos y devolvemos en cualquier momento durante el proceso de compra. Y cuando salimos del comercio, nos llega la factura digitalmente.
¿Qué modelo se impondrá finalmente? Pero, sobre todo: ¿cuántos datos personales estamos dispuestos a compartir para «facilitar» y «modernizar» el proceso de compra?
Esto me recuerda que una conocida (en España) cadena de supermercados introdujo el ticket digital que, obviamente, nunca he activado. No deja de sorprenderme ver a muchos clientes compartiendo tantos datos privados solo por disponer de un ticket electrónico. No lo juzgo; cada uno sabe qué datos está dispuesto a ceder.
Atentos a la jugada: el supermercado nos pide un número de teléfono que, por cierto, podría asociar a la tarjeta con la que se ha realizado la compra. Luego, el supermercado envía un WhatsApp (los mismos de Facebook e Instagram) solicitando un correo electrónico, donde el cliente recibirá el ticket. ¿Merece la pena entregar tantos datos personales para recibir un ticket electrónico? ¿De verdad no hay otro modo de solicitar un ticket en formato digital sin tener que compartir tanta información de carácter privado?
🔡 Yksinkertainen, palabras sencillas y una comunicación efectiva
PJ Milani (@milanicreative) comparte esta ilustración sobre la comunicación y la acompaña con un fragmento del artículo Write Simply de Paul Graham, programador y autor de varios libros sobre Lisp. Tiene razón cuando dice:
Cuando escribes de una manera sofisticada para impresionar a la gente, los haces trabajar más solo para que tú puedas parecer genial. En su lugar, usa palabras comunes y frases simples. — Paul Graham
Y es que si no puedes explicar algo en términos simples, es porque realmente no lo comprendes. Esta frase, al parecer fue atribuida a Richard Feynman (a veces a Albert Einstein).
¿Sabes cómo se dice simple (no complicado) en finés? Yksinkertainen. Paradójico ¿no? Y también son curiosos estos otros ejemplos de este (para nosotros) complicado idioma que comparten en The Language Nerds.
📚 Libros que nunca se abrieron, una biblioteca oculta y un navegador de 1588
Libros que nunca se abrieron
En el primer boletín compartí el proceso de elaboración de un libro medieval. Al principio, aparece el proceso de pliego y unos minutos después podemos ver el recorte de los bordes. Lógicamente, cuando compramos un libro, los bordes ya están cortados para que podamos abrir las páginas del libro para poder leerlo.
Sin embargo, también podemos encontrar libros intonsos, que son aquellos que conservan cerrados sus pliegos, y que, posiblemente, nunca fueron abiertos. Las páginas intonsas mantienen sus bordes sin cortar (sin desbarbar), y se entiende que jamás fueron leídas. Y esto puede tener un gran valor para muchos lectores.
Una biblioteca oculta a más de 4000 metros de altura
Me pareció fascinante esta historia del descubrimiento en 2003 de una biblioteca que permaneció oculta durante siglos en el Monasterio de Sakya, en Tibet.
En este hilo de X cuentan cómo una pared de 60 metros de largo y 10 de ancho ocultaba una biblioteca de 84.000 volúmenes con el saber de la época y que debido a las condiciones del lugar estarían muy bien conservados. Son escrituras de hace siglos sobre medicina, geología, filosofía, poesía, etc., escritos en tibetano, sánscrito y mongol Un canal de TV también se hizo eco de la noticia.
Unas pestañas y un navegador de 1588
Termino la sección sobre libros con este curioso artilugio. Lo inventó en 1588 el ingeniero italiano Agostino Ramelli y en la Biblioteca Palafoxiana de Puebla (México) exponen uno.
El mecanismo facilita la consulta de varios libros permitiendo tenerlos abiertos todos a la vez. Digamos que eran las «pestañas» del navegador de la época.
♟️ Una promesa del ajedrez, un proyecto holográfico y un ninot en jaque
Marzo es mes de Fallas en nuestra región. Las Fallas de Valencia son unas fiestas de Interés Turístico Internacional. Una falla o monumento fallero es una obra artística, satírica y efímera (porque las queman el día de San José) de grandes dimensiones con figuras llamadas ninots, que rodean una o más figuras centrales que se plantan en las calles durante la fiesta.
Las fallas se crean en los talleres falleros y este año, como actividad familiar, hemos montado en casa nuestro particular «taller fallero». He publicado una página en mi blog con parte del proceso de estos ninots de ajedrez. En la imagen se puede ver el resultado.
Cómo ganar al campeón del mundo de ajedrez en 1 minuto
El ajedrez rápido es una modalidad de ajedrez en la que cada jugador dispone de una hora o menos de tiempo total para ejecutar todos sus movimientos. Una de las variantes más conocidas del ajedrez rápido es el ajedrez bala (bullet chess) en la que cada jugador dispone de 1 minuto para mover sus piezas.
The Zugzwang Blog ha publicado un vídeo en el que explica por qué perdió Magnus Carlsen en esta modalidad bullet contra Faustino Oro, la nueva promesa del ajedrez. Hay que tener en cuenta que Carlsen es un Gran Maestro de ajedrez noruego y ha sido coronado como el decimosexto Campeón Mundial de Ajedrez; Faustino Oro cuenta con la norma de Maestro internacional y ha sido el jugador más joven de la historia en llegar a un Elo de 2300. Ahora tiene 10 años. Podéis ver el análisis completo de la partida en el vídeo y también en este artículo de Chess.com.
Y no queda ahí el asunto porque Fausti derrotó también a Hikaru Nakamura, número 3 mundial, en una partida bullet. Miguel Santos analiza la partida para el canal de Chess.com en YouTube.
Hay que tener en cuenta que, en esta modalidad bullet, el tiempo para pensar y ejecutar cada jugada es muy limitado y entran en juego otras habilidades, a veces la simple intuición tras un rápido análisis de ciertos patrones sobre el tablero. Pero no por ello tiene menos mérito la victoria de Faustino Oro contra Carlsen y Nakamura.
Dato curioso: Miguel Santos Ruiz no solo es un gran ajedrecista español (Gran Maestro Internacional en 2019); también es tataranieto del escritor Miguel de Unamuno. Y tiene su propio canal sobre ajedrez en YouTube.
Un ajedrez holográfico
ConceptBytes compartía este sorprendente ajedrez holográfico. En este revolucionario proyecto, un ingeniero ha materializado el concepto futurista de Jarvis mediante un sistema de ajedrez holográfico en la vida real.
Esta innovación utiliza una superficie especializada para proyectar un mapa holográfico, ofreciendo una experiencia de juego envolvente. El sistema integra avanzados asistentes de inteligencia artificial para controlar las interacciones holográficas (Llama para comandos básicos y GPT-3.5 Turbo para acciones complejas). Además, el control de Jarvis se puede realizar mediante gestos naturales de la mano.
🍿 El buen comer, sonidos de Disney y una loba negra
Para finalizar, un poco de entretenimiento y aprendizaje en forma de podcasts, series y cine.
Podcasts
Una novedad interesante de los podcasts en iOS es que ahora es posible acceder a las transcripciones. Aquí tenéis algunos programas que he escuchado en marzo y que merece la pena reseñar.
El refugio de los libros del podcast SER Historia. Mario Escobar acaba de publicar La librera de Madrid, un homenaje a la literatura a través de la historia de las librerías del Madrid de principios del siglo XX.
¿Quiénes fueron los verdaderos constructores de las pirámides de Gizeh? del podcast Curiosidades de la Historia de National Geographic. Son muchos los mitos que giran en torno a la construcción de las pirámides de Gizeh, en Egipto, pero tal vez el más extendido es el de que sus obreros fueron esclavos del faraón.
Evolución histórica del buen comer (programa 516) del podcast La escóbula de la brújula. ¿Cuándo se empiezan a utilizar utensilios como el cuchillo, la cuchara o el tenedor? ¿Cuáles son las normas de protocolo para colocar los cubiertos en un banquete? ¿Cuándo nacen los primeros restaurantes? ¿Y desde cuándo usamos servilletas?
Series
Todavía no he terminado de ver Reina Roja en Prime Video. Habrá que hacer un maratón algún fin de semana. Además, han anunciado este mes que habrá segunda temporada de Reina Roja. Como era de esperar, llega Loba Negra.
Por cierto, la Guía Repsol ha publicado una guía del Madrid de Reina Roja con las localizaciones de la serie.
Cine
De la gran pantalla os traigo esta curiosa recopilación de efectos de sonido en películas clásicas de Disney con las imágenes de cómo los lograban hacer.
🇯🇵 Comida callejera en Japón
En este boletín traigo contenido extra. En esta ocasión, comparto un tipo de vídeos que me tiene fascinado últimamente. Se trata de todo el proceso de montaje y servicio de un puesto de comida callejera en Hiroshima (Japón), donde estuve en 2019.
Gracias por llegar hasta aquí. Nos vemos en el siguiente boletín.